Flavio Mendoza: «Me gustaría volver a ser padre»

Flavio Mendoza define al ‘Circo Del Ánima’, el espectáculo con el que viene deslumbrando desde hace semanas a miles de personas en el Casino de Buenos Aires, como «el broche de oro de su carrera» profesional. Con un elenco de 35 artistas en escena, un vestuario destacado realizado en Francia, Estados Unidos y Argentina y una escenografía impactante en la que hasta aparece un elefante gigante; el artista busca sorprender a la gente con una propuesta de calidad.
«Nunca pensé que iba a tener un circo después de tantos años que mi familia se retiró: estoy orgulloso», confesó en diálogo con AM 1300 La Salada. «El show va creciendo de a poco y, si bien ovacionan todos los cuadros, en el final los miro a los ojos a los espectadores y me doy cuenta cuanto disfrutaron. Me llega al alma eso. Es un espectáculo que te deja algo», contó.
«Yo hago fuerza para que el circo sea una cultura que no tenga que morir. Cuando haces las cosas bien, los demás salen beneficiados porque se tientan a mejorar», dijo respecto a la competencia ya que durante un tiempo integró el staff del circo de los hermanos Servián.

La propuesta de Mendoza incluye una mezcla del arte con algunos mantras, lo que provoca un sentimiento muy particular en quien la ve: «A mí siempre me gustó la cultura hindú. Si bien no soy una persona que se la pasa orando, creo en Dios y en la energía. Hubo un viaje a la India que me dio vuelta la cabeza y pensé en por qué no hacer algo con este sentimiento».
«La asignatura pendiente que tengo es sacar los espectáculos al exterior. Tengo muchas ganas de eso. No se trata tanto por la plata, que me vendría bárbaro… pero en Argentina mis espectáculos son muy costosos. Tengo una deuda muy importante en dólares porque la carpa es italiana y hay cosas que se tienen que pagar», le explicó a Andrea Bisso en ‘Cosas de Minas’.

«Me encantaría que el país mejore porque el argentino es de salir. Somos el único país en el mundo que tiene temporada de verano teatral con Mar del Plata y Carlos Paz. De hecho, este verano llevo al circo a Mendoza porque quería salir del circuito para después ir a Chile y Paraguay», informó.
«Mantener ese circo, con toda esa gente, en nuestro país es tan difícil… Yo a veces me quejo: para abrir la función en Puerto Madero vienen diez inspectores cada día y yo no lo puedo creer. Hay cada cosa que pasa. Loco, le estoy dando trabajo a un montón de gente y es como que te ponen el palo en la rueda», se quejó.
En tanto, dijo estar «asustado» por la situación del país aunque recalcó la decisión de seguir peleándola: «A mí no me importa quien seas (en cuanto a la orientación política de quien esté en el poder), quiero que realmente alguien nos gobierne bien. En nuestro país hay gente que se muere de hambre y eso es lo que me angustia. Tengo un amigo que trabaja en PAMI y me cuenta los meses que demora un estudio, capaz esa persona no llega viva. Ese tipo de cosas deberían ser un derecho».
Uno de los protagonistas invisibles es Dionisio, su hijo, que provoca la emoción de la gente sobre el final de la función cuando Flavio, en off, manifiesta los deseos para su futuro. El niño llegó en medio de un debate interno que tuvo que hacer ya que por momentos dudó si era conveniente traer una persona al mundo con las complicaciones del mismo… hasta que se convenció en que sea «ese hombrecito» el que pueda generar un cambio positivo en la sociedad.
Consultado por la posibilidad de ser padre nuevamente, respondió: «A mí me gustaría». Además, aclaró hay veces que quiere que ese deseo se concrete ya para que los chicos crezcan juntos.