Luisa Albinoni destrozó a Antonio Gasalla: «Hay que aprender a hacer humor y no reírse de los demás»

Luisa Albinoni habló de la frase de Antonio Gasalla con la que el humorista hizo referencia al hijo de Flavio Mendoza. Su opinión es más que válida teniendo en cuenta que ella tiene una hija del corazón y que también se sintió tocada por estos dichos que levantaron polvareda en el inicio del verano.

«Con Flavio no hablamos más. Yo me quedé esperando en mi casa a ver si podíamos hablar. Y nunca hablamos porque abría un circo, un baile, abría un no sé qué, y compró un nene (sic) y armó otra cosa, y qué se yo”, había afirmado el legendario cómico en ‘Los Ángeles de la Mañana’ (El Trece).

«Los comentarios me caen muy mal. Si vamos a pensar yo también pague dinero y gaste en abogados, en papeles y viajes hasta que llego Vero. Me parece terrible decir eso de comprar. Creo que no estuvo bien. Ese niño se va a enterar de eso y lo va a confrontar. Cada uno es feliz como puede y como quiere. Ninguno es juez para señalar. Tal vez Gasalla… vamos a darle un beneficio de edad, ya que mucha gente mayor no lo entiende (al alquiler de vientre) o le preocupa lo que en principio a mi me preocupaba de cómo puede adaptarse un chico a la sociedad. Yo creo que vino por ese lado. No mide sus palabras. No se lo que le pasó porque está enojado», explicó en diálogo con Nancy Duré en ‘El Show del Espéctáculo’.

En tanto, habló de las supuestas burlas que el capocómico hace en su obra de Mar del Plata contra Mirtha Legrand y dijo que «hay formas y formas de decir algo y hay que aprender a hacer humor, reírse de uno mismo y no de los demás» porque «cuando las personas son mayores a las imitaciones las sienten como burlas».

Por otro lado, la artista habló de su nuevo rol como panelista ya que desde el viernes pasado se sumó a ‘Cortá Por Lozano’ en Telefe luego de haber pasado unos meses por ‘Tarde pero Temprano’ (Net TV). «No me gusta mucho el tema de ‘chimentear’ porque hablar de los compañeros es delicado», confesó.

«Empece con Vero el año pasado y ahora volví por unos días. Así estoy, de un lado para otro. Para mí es un trabajo nuevo. Esto de ser panelista es bastante difícil porque te ves involucrado en tener que dar opinión en casos policiales, de política, temas del ambiente… te ligas unas cuantas cositas por las redes», agregó.

«Cuando opino de política, ¡¡chaaaauuu!!. Te crucifican. Que sos esto, lo otro. Y no sos nada. Uno es un santo que vive en la Argentina. Hay que terminarla con eso de la grieta. Hay una sensación de un bando y de otro. Estamos viviendo en una sociedad violenta. Yo no vote a Macri porque con estos 68 años se lo que es un gobierno de esas ideas», dijo.

Aunque destacó que le «encantó como Macri construyó» y reconoció que «hay cosas buenas», analizó que «respecto a lo económico fue desastrozo». «Por eso no lo voté porque sabía a dónde iba», sentenció.

«Tengo muchas esperanzas. Siempre se le pide un esfuerzo al pueblo. Yo he visto cuando ganó este nuevo gobierno que ya todo el mundo estaba remarcando y, cuando llega todo esto de cuidar los precios, no puede haber una buena acogida o buena impresión porque ya estuvieron aumentando todo», explicó.

«Tengo muy claro que al elegir esta profesión que voy a trabajar hasta que me muera. No hay otra posibilidad de vivir de otra manera porque te gastaste los ahorros para las épocas de vacas flacas. No te queda otra que trabajar, trabajar, trabajar. Este último periodo de Macri fue bastante ajustado, seguimos así sacando la cabeza para seguir adelante», contó.

«En estos cuatro años tuvimos un buen adiestramiento para vivir ajustados. Si alguno la pasó mejor, felicitaciones. En estos momentos es cuando te empezas a gastar los pocos ahorros», resaltó.

En tanto, habló de su situación sentimental: «Se me acercan chicos jóvenes y yo quisiera hombres más grandes. Estar con uno de 40 me hace pensar en mi hijo. Para mi tiene que estar cerca de los 60, que no me dé mucho trabajo. Tengo algunos por ahí. Pasa que yo tengo mucho miedo de las redes, no me relaciono por ese lado y soy cuidadosa. Por ahí me agarra la loca y antes de llegar a los 70 suelto la chancleta».