El drama de un jugador de vóley argentino y su familia en Grecia al no poder volver al país

El argentino José Luis González, que se encuentra formando parte de la liga de vóley de Grecia, contó en AM 1300 La Salada cómo se vive en ese país la pandemia por coronavirus, las restricciones pertinentes a las que debe someterse y el drama por el que está pasando al no poder regresar al país.

“Desde el lunes estamos en cuarentena obligatoria, pero ya hace diez que estaos en la preventiva. Solamente están abiertos supermercados, farmacias y negocios con delivery. La mayoría de la gente está tratando de hacer caso y quedarse en la casa”, detalló en ‘Siempre con Vos’.

“En las grandes ciudades están más asustados y corre el control. Yo estoy en una isla que se llama Siros y recién ayer apareció el primer caso oficial, lo cual alarmo a la gente porque estábamos distendidos por estar aislados”, agregó.

“El gobierno dijo que la cuarentena es hasta el 12 de abril, pro si sigue así la situación se extiende. La situación es diferente porque en Argentina no hay los recursos necesarios para que la gente pueda quedarse en cuarentena porque vive día a día”, comparó.

Además, destacó que las góndolas de los supermercados están llenas y que se multa con 300 mil euros de multa a los que incumplen con el confinamiento.

Sobre la situación deportiva: “Nosotros, desde el 11 de marzo paramos. Esta postergada hasta la nueva fecha que es el 31 de abril. Tomaron la decisión de postergar todos los deportes. No hay ningún estadio al que se pueda entrar ni para entrenar. Lo único que nos queda es hacer ejercicios en casa”.

Lo cierto es que antes de que se desate esta problemática, su esposa y su hijo de cinco años llegaron a Grecia desde Argentina con el objetivo de visitarlo durante un mes y ahora se encuentran frente a la imposibilidad de volver al país debido a las restricciones que hay en materia de vuelos.

La opción que le dieron es que intente volver tomando un avión desde el aeropuerto de Frankfurt, en Alemania: “No puedo arriesgarme a ir a un aeropuerto con un chico de cinco años. Si estuviera solo, hago toda la odisea, pero en este caso es difícil tomar la decisión”.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *