La historia de Maryanne, la chica trans que logró un fallo judicial para tener un rostro femenino
Maryanne Lettieri, la joven transexual de 33 años que es actríz y se comprometió a ayudar a personas con su misma condición a poder insertarse en el ámbito laboral, manifestó en AM 1300 La Salada los detalles del histórico fallo judicial en el que consiguió la autorización para poder tener un rostro femenino. El hecho puede sentar jurisprudencia para nuevos casos.
«Todo comenzó a fines de 2017 cuando quería acceder al artículo 11 de la Ley de Identidad de Género que dice que las personas trans podamos adecuar nuestra fisonomía al genero adquirido. La obra social interpretó que yo lo quería utilizar con fines de belleza, se pudo apelar y la jueza me dio. Ellos lo volvieron a apelar pidiendo una pericia psicológica y en el último fallo la jueza volvió a reiterar su determinación», contó.
«Las cuestiones de belleza, como ponerme busto o una rinoplastia ya las hice: en este caso es borrar rasgos masculinos que tiene la fisonomía para poder adecuarlo a la femenina. Más allá de que la autopercepción la tengo desde los 11 años, sentía que hoy en día me sentiría mejor adecuando mi cuerpo con esta intervención que había solicitado. Tenemos una ley que lo permite y la obra social puso sus peros para hacer uso de la misma», dijo en contacto con el programa ‘La Vuelta con Vos’.
«En el 2000, cuando tenía diez años y como referente estaba surgiendo Florencia de la V, el enfoque que se le daba a las personas trans era un espanto. Muchas veces nosotras teníamos que prestarnos a ese juego para creer que nos teníamos que insertar en la sociedad de ese modo. Yo uso el humor porque quiero y, cuando era adolescente, veía que tenía que ser vedette o prostituta; lo que mostraban la mayoría de los medios», lamentó.
«Hay que entender que en muchos casos la vida de una persona trans de la puerta para dentro es una cosa y afuera tenes la mirada de la gente», confesó. Lo cierto es que su lucha va más allá de un tema sexual y puso el foco en que este derecho, contemplado por la ley, se cumpla en todas las obras sociales y prepagas: «La persona lo puede reclamar».