Diana María contó detalles inéditos de cómo transitó su separación de Cacho Castaña

Entrevistada por Ulises Jaitt en ‘El Show del Espectáculo’ por AM 1300 La Salada, Diana María se emocionó al recordar a Cacho Castaña y contó por primera vez que, en medio de la crisis que tuvo luego de distanciarse del cantante, bajó tanto de peso hasta el punto de haberse desmayado. Además, habló de los rumores de suicidio que habían circulado en ese momento mientras se encontraba refugiada en el Balneario Camboriú de Brasil.

La prestigiosa artista, con el objetivo de ayudar a recolectar fondos para la Casa del Teatro, participará esta noche desde las 20 de una de las clásicas tertulias. Las entradas, de 300 pesos, están disponibles en avenida Santa Fe 1243.

-Hoy llega la última tertulia musical del año

-Colaboramos con la Casa Del Teatro que tanto lo necesita y en donde Linda Peretz está haciendo una grandísima labor. Espero que venga mucha gente.

-¿Cómo anda tu corazón a nivel sentimental?

-Esta tranquilísimo, feliz con mis cinco gatos.

-¿Cuándo fue la última vez que estuviste en pareja?

-Hace muchísimos años. El amor no ha sido bueno conmigo. Solamente he convivido con cacho Castaña, mi primer marido, y Pepe Parada, que falleció hace 16 años. No siento el amor de un hombre como hace doce años. Parece que no soy compatible con el amor y la pareja. Al amor lo he volcado en mi hijo, mi madre, mis amigos, mis alumnos y la música.

-Seguramente va a llegar

-No lo necesito. Por ahora estoy feliz como estoy y me entrego a todo lo que hago.

-¿Cómo te impactó la muerte de Cacho Castaña?

-Me pegó muy fuerte porque pensé que iba a salir de esta también. Me dolió muchísimo, estuve muy triste y recordé nuestros buenos momentos. Al ser los dos autores y compositores, había más de una canción entre nosotros dedicada. Él siempre va a estar en mí. Siempre que cante una canción que nos haya relacionado va a estar. De lo malo, ya lo perdoné… no olvidé. Me quedo con lo bueno, nuestros momentos, ilusiones.

-¿Qué es eso que no olvidas?

-Su abandono abrupto. Nosotros estamos muy bien, se despidió para ir a Mar del Plata y no lo vi más. Ahí pasó lo que pasó. Yo seguí en nuestra casa hasta marco.

-¿Ese fue el momento más duro que pasaste en tu vida?

-Hubo otro momento duro de otra índole, pero ese sí. Ese 8 de diciembre de 1979, cuando nos despedimos pensando que volvía para pasar el 24 y 31 de diciembre, yo pesaba 54 kilos y en el verano 1980 llegue a pesar 45. Ahí te podes dar cuenta lo que sufrí y padecí. No entendía que dijera que estábamos separados.

-¿Quién te ayudó en ese momento?

-Es muy grave. Tengo fotos de ese momento y no me reconozco. Fue muy duro, inexplicable. Yo esperara que volviera y que todo fuera un sueño. Mis padres estuvieron acompañando. Yo no comía. Lloraba, lloraba, lloraba y no comía. Veía las notas, leía las revistas y escuchaba lo que decía él y ella y sufría.

-¿Llegaste a desmayarte?

-Sí. En noviembre mis padres habían alquilado una casa en Brasil y si yo no iba, ellos no iban por lo que no les podía arruinar ese veraneo. Un día llamo una amiga desde Buenos Aires y me pregunto si estaba vivía porque salió en los diarios que había tomado cualquier cantidad de pastillas para suicidarme y que mi papá me había encontrado y que me llevó al hospital. Esta es una oportunidad para aclarar que no fue verdad.

-Si no hubiera sido por ese suceso, ¿la historia podría haber continuado?

-Supongo que sí. Con solo escuchar la letra de ‘Para Vivir’…

-¿Te quedó algo por decirle a Chacho?

-No porque en tres oportunidades me pidió volver a estar juntos porque seguía sintiendo que seguía siendo su mujer y en ese momento yo estaba con Pepe Parada. En el 2000, cuando lo llame para pedirle la pista de ‘Para Vivir’, empezó a llamarme. Lo más divertido es que cada vez que me lo propuso él estaba en pareja.

-¿Te arrepentís de algo en tu relación con Cacho?

-De haber sido un poquito celosa. Estar al lado de un artista como Cacho, tal vez yo me sentía un poco sola en nuestra casa de Don Torcuato.

-¿Tenes contacto con su familia?

-Me gustaría conocer y tomar un café con Marina, que fue su última mujer y lo acompaño de una manera extraordinaria porque le ha tocado la peor parte de Cacho. Me daba mucha pena ver como Cacho se iba apagando.

-¿Cómo viste las últimas declaraciones polémicas que realizó?

-Se equivocó, fue un gran error que cometió. También se disculpó. Tuvo una serie de frases desafortunadas. Él tenía esa forma de tirar la frase sin pensar… era muy machista. Ya partió y hay que perdonarlo porque hace bien al alma y reconforta.

-¿Alguna vez sufriste una situación de violencia o acoso?

-Yo comencé mi carrera a fines de los sesenta y siempre algún desubicado hubo dentro del medio. Ya sea un director de orquesta o camarógrafo. Me llamaban de noche a horas que un director de una discográfica no debe llamarte. Lo hemos pasado y por suerte eso se está revirtiendo de una manera extraordinaria.

-¿Qué sueño te queda por cumplir?

-A nivel personal, tener nietos y, en lo artístico, grabar un disco que estoy pre produciendo con mis canciones.

-¿Sos de mirar programas de espectáculos?

-Veo todo. No me gustan las palabras grotescas o las cosas agresivas. Teniendo un lenguaje tan rico como el que tenemos en el idioma, las palabrotas me molestan. Lo chabacano no me gusta.

-¿Ves ‘Los Ángeles de la Mañana’?

-Sí, lo veo. A veces la veo agresiva a Yanina Latorre. En líneas generales, no me gustan las peleas y no veo por qué uno tiene que hablar mal del otro. Hay mucho opinólogo, es una nueva profesión la ‘opinología’. Algunos son agresivos. Hay que mirarse un poco más al espejo y después hablar de los demás.

-Teniendo en cuenta que sos amiga de Ergün Demir, ¿estás al tanto de la denuncia por violación que realizó María Di Cicco en su contra?

-No sabía. Me voy a interiorizar.

-¿Te sorprende?

-Sí, no me gusta para nada. Eso daría un vuelco a mi amistad con él. A raíz de un tema de una canción de Sandro que él quería grabar estuvimos en contacto.