Mario Pasik pidió «crear leyes antipáticas y duras»
‘¿Qué hacemos con Walter?’, premiada obra de teatro dirigida por el cineasta Juan José Campanella, transita sus últimas semanas en el Multiteatro Comafi con un gran elenco compuesto por Diego Pérez, Karina K, Fabio Aste, Mario Pasik, Federico Ottone, Araceli Dvoskin, Maru Zapata.
En esta obra, un consorcio de propietarios celebra una Asamblea Extraordinaria para tomar una importante decisión que cambiará la vida de todos, o por lo menos, la de Walter, el encargado: Echarlo. Eso, si el grupo que impulsa el despido logra vencer la resistencia de los que quieren la cabeza de Jáuregui, el Administrador.
“Este es el tercer año de la obra y vamos muy bien (en materia de taquilla)”, dijo Pasik al ser entrevistado por Nancy Duré en ‘El Show del Espectáculo’ por AM 1300 La Salada. “En esta obra de teatro que se armaba en cada edificio me sentía un poco expuesto por timidez mía de estar en un ámbito cerrado, prefería estar arriba de un escenario”, dijo al hacer referencia a la vinculación de la trama con la vida real.
“Me da pudor decir que soy tímido después de haberme expuesto de distintas maneras en los escenarios frente a tanta gente. El público dice cómo puede ser que hables frente a 600 personas, pero básicamente en toda mi vida fui un tipo retraído y me he ido modificando”, reforzó.
El actor valoró que poder estar arriba de un escenario representó la posibilidad de conseguir “su zona de felicidad” y que a los “trece años empece a tener un mundo de sensaciones” por “la devolución de la gente”.
Consultado por la periodista, se definió como un hombre “sensible” que a pesar de esta característica retraída “se organizaba muy bien” a la hora de conquistar. “Al amor lo sufrí siempre como para sentirme aprendido y poder ejercerlo mejor. A fuerza de haber sufrido algunas veces, también he aprendido a estar bien con mi pareja. Me siento a gusto con el hombre que soy en este momento”, dijo.
Por otro lado, confesó que extraña cosas de la juventud y que le encanta observar a los chicos. En esa línea, el prestigioso actor opinó de sucesos como el asesinato del estudiante de derecho en Villa Gesell en manos de diez rugbiers y fue tajante a la hora de decir cómo se debe actuar.
“Me parece que tenemos, los más adultos y especialmente la gente que tiene incidencia en decisiones reales, que hacer algo. No lo hablo desde un lugar de la edad. Creo que me pasaría aun teniendo 25 o 30 años. Es una sociedad que tiene cosas maravillosas que está cada vez un poquito más loca por intereses económicos que van creando un tipo de costumbre un poco irrefrenable”, dijo.
“Vamos hacia una cosa más individualista. Me parece que los ámbitos se propician para pasar noches inolvidables de 24 horas a alto precio emocional y adquisitivo y miramos para otro lado”, aseguró.
Además, pidió “crear leyes antipáticas y duras. No estoy con la mano dura. Pero que tan livianamente se celebren reuniones de miles y miles de jóvenes a adular me pone mal. Que no haya prevención en la relación con el alcohol me pone mal”.
Su análisis sobre la TV actual y el rubro de la ficción: “Por cuestiones de trabajo no estuve atento a los programas que estaban saliendo. Estuve involucrado en uno en el que estuve que fue ‘100 Días para Enamorarse’, un ciclo que tocó temas muy nuestros, actuales y de una manera muy amable con el público que lo estaba viendo. Lanzó a la mesa de la gente temas que no se hablan demasiado bien. Yo destaco esa ficción y sé que hubo otras positivas, pero no en la cantidad que querría. Los tiempos y los formatos están cambiando. Meter dinero en producciones se vuelve complicado. El espíritu de apuesta está contenido para estos primeros meses (de 2020). Yo tengo algo para agosto y una película por estrenar en abril. Hay cosas en carpeta”.